Desde hace unos años estamos viviendo la transición entre la Era de Piscis y la Era de Acuario, y aunque hay discrepancias entre astrólogos y astrónomos de cuando comenzó, muchos coinciden en que fue a principios del siglo XX; aunque los cambios de era son procesos progresivos que duran muchos años. Se observa que este año 2020 es un punto de inflexión y de no retorno y eso es parte de la transformación de la cual estamos siendo testigos en estos meses. Los cambios que se han suscitado durante el siglo XX y lo que va del Siglo XXI son los mayores que han ocurrido en toda la era de Piscis en su conjunto. Ha habido un cambio vertiginoso debido a los avances científicos y tecnológicos que han transformado nuestra vida, mayores comodidades, longevidad, cambios en las relaciones interpersonales.

Se pasó de la revolución industrial que se inició en 1802 y que generó grandes transformaciones económicas y sociales que fueron las bases del sistema capitalista moderno, a la revolución tecnológica relacionada con Acuario que rige la electricidad, la aviación, la informática, los avances de todo tipo, lo rompedor, la vanguardia, e Internet. En las relaciones humanas, Acuario se asocia con la libertad, la igualdad, el individualismo, y no es casualidad que el signo regente moderno de Acuario sea Urano, descubierto en la época de la Revolución Francesa que nos da esa idea de romper con todo lo establecido.

Este año 2020 ha traído el comienzo de varios ciclos de planetas lentos, pero en este artículo hablaremos del ciclo que vendrá a partir del 21 de diciembre 2020 entre Júpiter y Saturno en el signo de Acuario, el Katún de Aire. Los mayas llamaban a este ciclo Katún, unidad de tiempo del calendario maya equivalente a veinte años. Este ciclo comienza cuando se encuentran en el cielo Júpiter (Zeus) padre protector y Saturno (Cronos) al grado exacto de Acuario iniciando un nuevo periodo de 20 años. Este Katun tiene la particularidad de ser el primero en el elemento aire, salvo la “conjunción aislada” en 1981 en el elemento Aire (en Libra) anticipando el ciclo que vendría después y que permitió la llegada de internet y el avance hacia lo tecnológico que hemos evidenciado estos últimos treinta años.

El cambio no es solo de ciclos de planetas, sino también de elementos; se necesita una transformación total que es lo que ha ocurrido este 2020 y a ello han contribuido los planetas lentos transitando por Capricornio como han sido Júpiter, Saturno y Plutón. Es un año de un antes y un después en la conciencia colectiva. Es la caída de los poderes tradicionales, de las referencias a lo material y hay una búsqueda en lo colectivo hacia el conocimiento. La pandemia nos ha obligado a reinventarnos, a ser más globales, a usar las redes, a estudiar y comunicarnos de una manera diferente.

El nuevo ciclo de Júpiter y Saturno comenzará en diciembre cuando ambos estén al grado cero de Acuario. Cuando dos planetas se juntan en el cielo muy cerca se llama conjunción y es el momento más intenso porque indica el inicio de una relación para los próximos años y a partir de allí comienzan a interactuar de la misma forma que lo haría un matrimonio, es decir, con momentos buenos y malos. Como la velocidad de Júpiter es más rápida que la de Saturno, en algún momento se separarán en los grados, pero permanecerán en el mismo signo durante el año 2021. Desde la antigüedad, la conjunción entre estos dos planetas se asociaba con épocas de conflictos internacionales, intereses encontrados, cambios de reinados, mayores controles a la población. Por una parte, Saturno busca conservar a cualquier precio el status quo imponiendo normas restrictivas y, por otro lado, Júpiter busca la libertad, la justicia, lo global y universal.

Como se trata de dos planetas sociales, los cambios impactan de una manera más global y se relacionan con las normas, los ideales, la capacidad para ser parte del mundo que nos rodea. Cada cambio de era implica dejar atrás unos valores para sustituirlos por otros nuevos y obviamente esos procesos no son fáciles y generan resistencia, incertidumbre y miedos que es lo que vemos este 2020. Hay una lucha entre el orden viejo y nuevo que está buscando un espacio, un reacomodo, entre lo conocido, lo establecido y lo que vendrá.  Acuario por su parte, representa la búsqueda de la libertad, leyes con más transparencia, ideales, conocimiento universal, sin fronteras. Son dos energías contrapuestas (Piscis-Agua y Acuario-Aire) e incompatibles.

Vamos hacia un cambio de conciencia en nuestras relaciones con el entorno, la búsqueda del equilibrio del planeta, los movimientos ecologistas y las energías limpias nos muestran esa faceta, las relaciones con el resto de los seres vivos y es por eso que la pandemia (enfermedad asociada con Neptuno) viene a mostrarnos el final de una era. Nuevas maneras de relacionarnos, sin contacto físico, el aire es frío y es distante. Además, es la era de la información y el conocimiento. Ya no será importante los bienes materiales que poseas sino lo que sepas intelectualmente hablando; cambian las formas de comercio, más ventas on line impersonales, los bancos cambiarán su modelo de negocios y solo sobrevivirán los que se adecúen a los nuevos tiempos. Por su parte Urano desde Tauro, marcando cambios de 180 grados en lo relativo a los bienes, el manejo del dinero, cada vez más dinero plástico, criptomonedas; es también una revolución en lo económico a nivel mundial.

Hay que revisar en nuestras cartas natales qué sector de la vida está siendo afectado por esta conjunción y en dónde se producirán los cambios a futuro. También dependerá si hay conexión con planetas personales como por ejemplo la luna, o mercurio que potencian estas energías. 

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