El refranero español, es una de las herramientas más útiles para hacerse de la cultura local. Posee una asertividad única y nos da la posibilidad de empaparnos de conocimiento y sabiduría popular tan sólo con prestar un poco de atención.

Puede ser muy normal escuchar a cualquier español decirnos, al quejarnos del frío: “hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”. ¡No te quedes boquiabierto!, es un refrán popular (aunque no el que más, según el Instituto Cervantes), pero sumamente ilustrativo.

En la época estival el clima puede ser cambiante, con amplia diferencia entre las temperaturas máximas y mínimas, además de ser muy lluvioso. Por esta razón, los locales saben que es importante tomar previsiones y llevar el “sayo” (nombre que se le daba antiguamente al abrigo de artesanos y campesinos) hasta el 9 de junio, fecha avanzada de la primavera, en la que ya hace buen tiempo.

No se tiene conocimiento exacto de la época en la que se popularizó éste refrán, hay fuentes que aseguran que en el S.XVII tenía relación también, al último de una larga fila de burdeles en una de las calles más populares de Madrid (pudiera ser la actual Montera). 

El 40 de Mayo, era el de mejor fama por la belleza de sus mujeres, entonces la expresión “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo” era la mejor forma de decir a los forasteros, que no se detuvieran en los primeros locales de la famosa calle sino que se acercaran hasta el local mencionado.

La primera referencia escrita de este refrán es un poema de Rodriguez Marón, publicado en 1896:

Hasta el cuarenta de mayo

no te quites el sayo;

Y si vuelve a llover,

vuelvetelo a poner.

En cualquier caso, está claro que lo importante es que no te quedes sin un abrigo al que echar mano si hiciera falta, tanto en casa como en la calle y si además quieres ir mostrando tu avance en el conocimiento de la cultura local, cuando alguien te mencione:

“hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”; tú contesta con propiedad : ¡“Y si eres de Albacete, hasta el 47”! … y es que en esta ciudad manchega, el frío tarda más en irse.

¡Hasta la próxima!