Seguramente te han recomendado esterilizar o castrar a tu mascota, pero por miedo a hacerle daño lo has ignorado por completo. Sabías que hacerlo trae muchísimos beneficios, tanto para ella como para la sociedad?
Castrar o esterilizar son dos procedimientos parecidos pero hay diferencias notables; castrar es la extracción quirúrgica de los órganos sexuales sin dejar ningún rastro, es decir que carecerá de la actividad sexual y con la esterilización se evita la fertilidad del perro, pero se mantendrá una conducta sexual normalizada.
Hay variedad de mitos que dicen…
- “La hembra tiene que tener por lo mínimo una camada en su vida para sentirse bien”
- “Le va a doler mucho operarse”
- “Va a engordar y será menos activo”
- “ La castración hace que los perros machos sean menos guardianes”
Sin embargo se quedan en mitos nada más…
Pensamos que están bien para ellos, pero no nos damos cuenta que no se reproducen por sentirse bien consigo mismos, ni se enamoran, ni deciden ser padres, (son animales) todo va en su instinto de reproducción y supervivencia.

Muchos veterinarios recomiendan castrar a tu cachorro antes de que lleguen a su madurez sexual (etapa adulta). Los perros domésticos no tienen que complementar el ciclo de nacer, crecer y reproducirse, no es necesario para su cuerpo, es por ello que el castrar antes del primer celo (en el caso de las hembras) es muy importante para el animal.
Si tu mascota ha pasado de la etapa de cachorro a la etapa adulta, no hay problema, aún tienes tiempo de hacerlo.
Tomar esta decisión no será fácil, pero es una opción que no puedes descartar nunca; ya que son más los puntos a favor que en contra, verás lo beneficioso que será para ambos a futuro y lo que conlleva hacerlo.
Beneficios e inconvenientes
Primeramente aumenta la calidad de vida de tu mascota. En machos evitas problemas de próstata, tumores en los testículos y mal carácter,
En el caso de las hembras reduce los riesgos de padecer tumores mamarios en un futuro. Disminuye los riesgos de padecer infecciones graves de útero y pseudogestaciones. Y, sobre todo, evitas que tu perrita sufra de un embarazo psicológico, trayendo como consecuencia problemas de comportamiento.
Como todo procedimiento quirúrgico tiene su riesgo, pero en esta intervención los riesgos son mínimos, perros sanos y sin ningún padecimiento que pueda afectar su salud son pacientes que pueden optar por una castración, mientras más jóvenes sean (6 a 9 meses aproximadamente ) el riesgo anestésico es menor.
Tienden a un aumento de peso que no corresponde con el apetito, en algunos casos podría padecer de hipotiroidismo y en otros no, intolerancia al ejercicio y problemas oculares (colesterol).
Antes que pase estos síntomas la clave es que nosotros actuemos a tiempo para evitarlo, con una alimentación sana y medida es la mejor opción para ello.
Por lo general los animales suelen tolerar mejor el dolor que el ser humano, después del procedimiento quirúrgico el mejor sitio de recuperación es en su hogar, al principio se sentirá adormilado y en algunos caso no tendrá apetito, pero no te preocupes solo será por unas horas, luego estará como si nada hubiese pasado y se sentirá mejor.
Y se preguntarán el por qué beneficia a la sociedad, ya hablaremos en el próximo artículo de este tema.