Esta será una Navidad diferente en todo el mundo que se celebre. Más bien, nada será igual. Comenzando por nuestros ánimos, que serán pocos y terminando por la esperanza, que nunca debemos perder. Porque de lejos o de cerca, habremos perdido algún amigo o conocido, y eso, en menor o mayor medida siempre entristece nuestros corazones. 

Pero habrá que pasarla, no nos queda de otra. Tal vez dentro de unos años la recordaremos con cierta nostalgia e incluso con ironía; sin embargo, no la olvidaremos nunca. Siempre será aquella Navidad en que todo el planeta quería que acabara el año de una vez por todas. Pocas veces nos habremos puesto de acuerdo tantas personas juntas en la historia de la humanidad. 

Eso que se supone que celebramos, los creyentes, en Navidad, “el Cumpleaños del hijo de Dios”, tendremos que hacerlo de una manera más parca, más íntima, más sencilla e incluso más cortita de tiempo; pero no dejemos de mostrar esa alegría que nos caracteriza como latinos, ni de esa forma que tenemos de verlo todo en positivo, o de disfrutar de las cosas más pequeñitas y simples; porque es buena parte de nuestra esencia.  

Abracemos, más que nunca, a los nuestros y disfrutemos como si no hubiera otra Navidad por delante, porque nunca se sabe que planes tiene el destino para nosotros; mientras tanto, disfruten mucho de todos aquellos que aún tienen a su lado. 

Hace unos años escribí un texto que incluye esta frase: “Existe un lugar muy cerca de nuestro corazón, donde habita un trocito de aquellos que se marcharon para siempre”. 

No permitan que la tristeza y el desasosiego, que reina en muchos hogares del mundo, les impidan visitar ese lugar, para poder decirles algunas palabras a esos seres que se fueron, en especial, a los que lo hicieron recientemente; ellos también necesitan de nuestro cariño, pero sobre todo, de nuestros recuerdos, para continuar vivos en nuestra memoria.  

No olviden que: “Los recuerdos, como las velas, brillan más en Navidad”. Charles Dickens.  

Feliz Navidad y un saludable año 2021

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