Para Begoña, plantearse migrar no era un problema. Siempre supo que podría superar con éxito los obstáculos de un reto como éste, pero sólo le preocupaba una cosa: dejar a su abuela. La abuela de begoña ha sido un pilar fundamental en su vida y mira tu que casualidad, su abuela se llama Pilar… 

Pilar es una mujer maravillosa, hoy tiene más de 90 años y sigue siendo muy admirada y querida por quienes la conocen. Ya está mayor, ve poco y tiene muchas dolencias, pero eso no le impide contar a Begoña cada vez que la llama por teléfono, todo lo que puede acerca de Madrid, su ciudad natal. Ella es hija de republicanos y en su temprana adolescencia sufrió la prisión de su padre, lo que la obligó a exiliarse junto a su familia, allá por los años 30. Fue una larga travesía hasta llegar a Venezuela, para establecerse allí y nunca más volver.

Las llamadas que hace Begoña a su abuela, suelen ser pocas para lo que a las dos les gustaría, el tiempo al teléfono se hace corto cuando dos personas se quieren tanto y tienen tanto tiempo sin abrazarse. Ella toma nota mental de todo aquello que esta abuela madrileña tiene para contarle, así va haciendo su propia agenda para seguir descubriendo esta hermosa ciudad que eligió para vivir.

Pilar enseñó a Begoña muchas cosas, la cocina española y el tejido son artes que ella aprendió y guardó con mucho amor, pero nos confiesa solo ser una aficionada frente al perfecto desempeño y agilidad que tiene su abuela sobre ellas.

Hay muchas otras virtudes de Pilar, que han sido fundamentales como referencia para Begoña: la paciencia, la resiliencia practicada por quién lo ha perdido todo y ha vuelto a empezar, el amor incondicional a su familia, incluso por encima del amor propio y aunque las circunstancias fuesen adversas, el trabajo y la disciplina incansable ante todo, desde el café mañanero hasta la contabilidad del abuelo.

Begoña afirma que no cree poder ser jamás como Pilar, casi a sus cuarenta, está convencida de que Pilar es un ser irrepetible. De lo que sí está segura, es que de no haber tenido tan extraordinaria referencia, no habría podido lograr ni la mitad de lo que ha logrado en su vida y sobre todo en su nueva vida en España

¡Que vivan las abuelas españolas!

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